La ICL (Intraocular Contact Lens) es una pequeña lente plegable de colámero, un material hidrofílico, altamente compatible y con alto nivel de transparencia, flexibilidad y elasticidad.
La implantación de la lente ICL se considera una cirugía ambulatoria y dura de 15 a 30 minutos por ojo. Pasadas unas horas tras la cirugía, podrá abandonar el instituto.
La lente ICL está diseñada para ser implantada entre el cristalino y el iris, a través de una pequeña incisión de 3.2 ó 3.0mm de amplitud, realizada en cornea clara (la parte de la cornea más cercana al iris) y no requiere sutura para su cierre, lo que evita el astigmatismo inducido quirúrgicamente.
Esta indicada en pacientes cuyo grado de miopía o astigmatismos son mas altos a los que se puede tratar con el excimer laser, o en aquellos pacientes en los cuales el espesor corneal no es suficiente para someterse a una cirugía refractiva con laser.
Antes de la implantación se aplican unas gotas de anestesia tópica. Se realiza la incisión y se introduce viscolástico, una sustancia gelatinosa que actúa como protector de las estructuras oculares. Con la ayuda de un inyector, la ICL se posiciona por detrás del iris.
Después de la cirugía el paciente deberá utilizar unas gotas para prevenir infecciones e inflamaciones.